La Liga se aclara

En dos semanas, más o menos, tendremos el primero de los dos partidos del siglo de la presente temporada, el Barça-Madrid, este año el primer enfrentamiento se va a producir en Barcelona, y si todo va bien, pase lo que pase continuaremos líderes. Hay que tener en cuenta que mientras el Madrid, recibimos a un rival, a primera vista, asequible, el Club Atlético Osasuna, el Barça visita a un Valencia, que si bien no está en su mejor momento, siempre se crece cuando se trata de un enfrentamiento con unos vecinos con los que tradicionalmente se ha llevado mal, a pesar de los incuestionables lazos lingüísticos, históricos y culturales que les unen, mal que les pese a los reaccionarios blaveros del talante de Martínez Pujalte, por más que este sea forofo de la U.D. Levante , lo que dice muy poco de este equipo valenciano que camina con paso firme hacia la segunda división. Resumiendo, y sin irme por las ramas, pensar que llegaremos al Nou Camp con al menos cuatro puntos de ventaja no parece descabellado. Y es que la liga se va aclarando, y como es natural, y como debe ser, los dos máximos aspirantes serán Madrid y Barça, si bien el Villarreal, aunque lleva unas semanas un tanto dubitativo, el Espanyol, que dejó escapar dos puntos in extremis de la Romareda, y el Atleti , que dejando trabajar a Javier Aguirre, está construyendo un equipo competitivo y sólido, tienen muchas cosas que decir en esta competición. Por abajo también se aclaran cosas, y aunque es muy pronto para augurar quien acompañará al Levante, sí parece que Deportivo, a poco que rentabilice en casa su juego, y Betis están en camino de recomponerse y salir del pozo. Veremos quien les sustituye. En cuanto al juego propiamente dicho, y en lo que a mi me interesa, parece que los mios se van afinando y en San Mamés, jugaron un partido muy serio, con ambición de balón, aunque les falta todavía alcanzar la automatización necesaria para encontrar un fútbol brillante. Es de destacar la práctica utilización, por parte de Bernd Schuster , de toda la plantilla, lo cual retrasará, sin duda, el objetivo final, pero conseguirá que sea más fiable al no ser dependiente del estado de forma de un jugador u otro

Humos bajos

Algo que resulta notorio para cualquier avezado escrutador de palabras y gestos es que los jugadores de la selección española de fútbol tienen los humos mucho más bajados que en otras ocasiones. Esta vez parece evidente que han interiorizado que no son un equipo apabullante, ni siquiera un buen equipo. Que son simplemente del montón y que lo que les está ocurriendo (pasar como primeros de grupo tan sólo unos meses después de haber estado al borde del desastre) es lo propio de una selección como la que forman.

Nunca olvidaré el espantoso ridículo y la vergüenza ajena que sentí en el Mundial de Francia cuando el equipo español tuvo que volverse sin ni siquiera pasar de la primera fase, eliminados tras una derrota ante Nigeria. Desde dos meses antes habían aparecido casi todos los jugadores de aquel equipo en una impactante publicidad televisiva en la que, en clave heroica, aseguraban dramáticamente ante la cámara que no pensaban volverse a casa. Y se volvieron a la primera.

Ese tipo de encumbramiento desmesurado e inmerecido ha hecho un espantoso mal a la selección española a todos los niveles. En este país nos creemos nuestras propias mentiras con la misma frescura con que somos capaces de creernos que nuestra selección de fútbol puede llegar incluso a la final de un Mundial y, si se tercia, ganar a Brasil por goleada.

Pero ahora parece que eso ha pasado. Los jugadores sufren un ataque de humildad más creíble que el que traslucen los comentarios apenas educados de otras veces respecto a los enemigos ("todos son respetables", solían decir, como insinuando que seguro que era así, pero que de todas formas les iban a meter la del pulpo).

No es que eso les vaya a convertir en gente capaz de ir más allá de donde históricamente se ha ido en fútbol a nivel selección. Pero al menos podrán volver con la cabeza ni alta ni baja. En su sitio.

Para ser feliz

En la anterior Entrada, don Antonio se hace una atinada reflexión sobre la felicidad de Robinho , y su rendimiento como futbolero. Parece ser que los brasileros solo meten goles si antes se lo han pasado bien, y en lo de pasárselo bien, tiene mucho que ver el meter otras cosas, a juzgar por el notable número de camisinhas que el astro madridista requirió en la última fiesta con la que los cariocas celebraron su triunfo ante la selección de Ecuador. Ya Romario, harto ,en su etapa en el Valencia C.F., de que todo el mundo le echara en cara su vida nocturna, manifestó que: "Si no salgo de noche, no meto goles". La correlación puede parecer una estupidez, y objetivamente, lo es, pero funcionar funciona: Los brasileños cuanto más follan mejor juegan. Yo debo tener algo de brasileño, y siempre fui un mediocre jugador de fútbol, por más que técnicamente fuera más que aceptable, nunca conseguía jugar un partido completo, y cuando lo conseguí, a una edad en la que hoy sería considerado un fósil, ya había abandonado casi por completo la práctica del fútbol. Poco debe practicar tan beneficioso ejercicio Ronaldinho, a pesar de estar en la misma fiesta que Robinho, pues no sólo está jugando al fútbol de una manera mediocre, sino que ademas el rictus de su gesto es propio de aquellos que practican poco el noble arte del intercambio de fluidos.
Vimos ayer en Chamartín a un Madrid alegre y ganador jugar con un no menos ambicioso Mallorca, y del partido de ayer se pueden sacar dos conclusiones positivas: La primera es el evidente cambio de la filosofia del juego en relación a la era Capello y la segunda es que se apreció un positivo cambio de actitud del árbitro, en relación a arbitrajes anteriores, interpretando dos jugadas, que yo ni siquiera calificaría como dudosas, como se deben interpretar cuando uno de los equipos es el Madrid. Los periodistas ansiosos por el escándalo quieren ver un penal donde Heinze no hace sino acompañar con la mano la trayectoria del balón, sin modificarla en absoluto, también se inventan un fuera de juego, a todas luces inexistente, en el segundo gol del Madrid, cuando todos podemos ver que cuando Robinho inicia su carrera está en posición legal, legalidad que no puede eliminar un casi imperceptible toque de Raul. De todas maneras como no existe arbitraje perfecto, el colegiado hurtó al equipo blanco la más que posible obtención de un merecido quinto gol, al decretar el final del partido cuando se gestaba un contrataque blanco con superioridad numérica. Una jorda estama última como para ser feliz

Quiero ser feliz

Como Robinho. Como Saramago y como Sara Mago (que también habrá quien se llame así). Como Jose, mi vecino. Como Adriana, que falta le hacía a la pobre y ya parece que lo va consiguiendo. Como Javier y Olga. Incluso como Rouco Varela. Yo también quiero ser feliz.

Sin embargo, la obtención de logro tan simple a la vez que arduo no va unida, en mi mundo, a la permisividad en el cumplimiento de mis obligaciones laborales y empresariales. O sea, que si soy feliz, pues mejor, pero si no lo soy, pues también tengo que cumplir. Tengo entendido que esto le pasa a más gente, cuanto menos en algunas otras casas de mi calle, por lo que tengo hablado. Pero Robinho es un poco especial. En primer lugar, es brasileño, lo cual en esto del fútbol parece ser sinónimo de imaginación desbordante, florituras técnicas y todo eso. Si no son felices, no hay jogo bonito, no hay pasión... no hay goles.

Supongo, por tanto, que su actuación frente al Olimpiakos (¿por qué Público se saca de la manga una grafía tan poco aceptable como la de "Olimpiacos"?) es demostrativa de que, de repente, ha alcanzado la felicidad. Otra cuestión es saber en qué consiste tal cosa para Robinho, ya que todos coinciden (yo, no, pero es que no soy un experto) en que la felicidad es siempre un estado que dura segundos en su punto más alto, y unas horas o días a lo sumo, en la fase de descenso. Y si el pasado domingo Robinho sentía la necesidad de ser feliz para poder jugar bien, y el miércoles jugó bien, debe ser que empezó a ser feliz... ¿cuándo? O sea, ¿cuándo se le va a terminar la felicidad? ¿Alcanzará al próximo partido?

Vaya estupidez...

Hamilton y la Tribu

Lo confieso, y no me arrepiento, ayer sentí una enorme satisfacción cuando Raikkonen, que no Ray Connif, ganó el campeonato del mundo de Fórmula 1. Confieso que, como muchos, mi interés por el mundo del motor, se circunscribía a las dos ruedas, en parte porque uno creció con las hazañas de Ángel Nieto, pero también porque las carreras de motos tienen una gran espectacularidad al haber una notable cantidad de adelantamientos. Con la llegada de Fernando Alonso cambió la situación, y rápidamente me convertí en todo un connaisseur del mundo del volante, no teniendo secretos para mí las suspensiones hidraúlicas, los neumáticos degradados, y en general la terminología de uso corriente en ese mundo. Por lo menos sé tanto, sino más, que los forofos que comentan las carreras desde Telecinco. Y con el mismo forofismo me he comportado y no me arrepiento, eché de menos más imágenes de los caretos de Ron Dennis y del afortunado papá del cuasicampeón, cuando su chiquirritín metió la pata hasta la altura de la axila al intentar un adelantamiento casi imposible, cuando llegar cuarto le hubiera servido para proclamarse campeón del mundo.

Nueva jornada de fúmbol y comienza el basket.

Acaba en el post anterior citar al Villarreal y al Valencia como posibles outsiders a la cabeza liguera, cuando van y palman; fino olfato el mío. El partido del Villarreal no le ví, pero sí el del Valencia, y su derrota fue merecida, no porqué el Espanyol hiciera un gran partido, que no estuvo mal, sino porque en el Valencia apareció una notable desidia, sobre todo a raiz del gol de Baraja. En la jornada televisiva del domingo, que a mi me encanta que sea a las cinco porque mi socia está echándose la siesta, puse más interés al Barça-Atleti que al Sevilla-Deportivo. Los colchoneros sufrieron un castigo excesivo, y de hecho comenzaron llevando las riendas del partido y Maniche y Raúl García estaban muy por encima del centro del campo azulgrana, pero ¿Es txiki Begiristain quien le ficha los porteros al Atleti? un fallo de colegial de Abiati les puso por delante, luego entre Iniesta y sobre todo Messi, hicieron el resto. Nosotros mejorando, pero muy lejos de el estado ideal, de todas maneras se ganó con claridad, de todas maneras los antimadridistas de siempre no han tardado ni un minuto en inventarse el orsay de costumbre.
En cuanto al basket es pronto para decir nada, estamos empezando y no hubo sorpresas.
Y ¿Fernando Alonso? Ahora que todos entendemos mazo de neumáticos, reglajes, suspensiones y demás retahila, nos alegramos un montón, yo por lo menos, de la salida de pista del niñato y su papá, y no digo más porque me acusarían de racista.

Ayudas papales

Estábamos los madridistas acostumbrados a ser acusados, entre otras cosas, de ser el equipo del régimen (da igual que régimen), de estar permanentemente ayudado por el colectivo arbitral (lo ocurrido con la liga robada en Tenerife, fue un error arbitral, por cierto el C.D. Tenerife, lleva un encantador camino hacia la 2ºB, antesala de su desaparición), y de unas cuantas tonterías más, cuando gracias a Don Bernardo Schuster hemos sabido que somos el equipo de Dios, por intercesión de Benedicto XVI, antes Ratzinger. Algo sospechabamos del hecho de que la talar vestidura papal fuera inmaculadamente blanca, y que la segunda vestimenta hubiera tomado el negro curial era definitivamente indicativo. Somos el equipo elegido y por tanto deben apartarse de nuestro camino toda suerte de filisteos o cananeos que se atrevan a oponerse a los desiginios de ÉL. Sólo así puede explicarse que siendo tan malos, jugando tan pésimamente, vayamos los primeros mientras que el Getafe, equipo que juega primorosamente, vaya de los últimos , sin ganar un sólo partido.
Parece ser que a la prensa de la villa y corte, lo que más le motiva es hacer leña del tronco merengue. Este año es porque tenemos suerte, el año pasado se ganaba sin jugar bien, los galácticos eran la suma de figuras sin constituir un equipo. Incluso el equipo que mejor fútbol ha practicado en España, y puede que en Europa, en los últimos veinte años, dream team incluido, el que se organizó en torno a la quinta del buitre fue siempre objeto de críticas por no ganar cuatro o cinco copas de Europa. Es el sino de los elegidos.
Pero vamos a lo que importa, vamos los primeros aunque es verdad que el equipo está por construir aún. Cuando el Barça trajo a Rijkaard tuvieron la paciencia de esperar un año, y fueron capaces de construir un gran equipo, es de esperar que en la Casablanca hayan tomado buena nota, y aunque este año no ganemos nada, algo que me parece más que posible, dejen trabajar al equipo técnico. Para escándalo de madridistas poco entendidos en fútbol, mi favorito para la Liga de esta año es el Barça, fundamentalmente porque tiene el jugador más desequilibrante que ahora mismo hay en el panorama futbolístico mundial Leo Messi, solo los egos de Ronaldinho y Eto'o pueden enturbiar el panorama, eso sí pueden hacer mucho daño, ya lo hicieron el año pasado, y Laporta hubiera hecho bien deshaciéndose, al menos de uno de ellos. En cuanto a los colchoneros tienen un equipo más que decente para navegar sin problemas por la parte alta de la tabla, en su contra tienen que están en manos de una familia de cuasi delincuentes, y que tienen con diferencia la afición más patatera y menos motivadora del mundo, todavía se debe recordar el patético 0-6 del Barça la temporada pasada. En cuanto al Sevilla creo que, desgracias a parte, puede pagar el haber comenzado la temporada hiperacelerados, además de que la lógica desmotivación de Alves también tendrá su importancia. Creo que junto a Valencia y Villarreal entre estos equipos se va a jugar el campeonato.

No hay mejor selección de baloncesto que la española

No pensaba escribir de ello (como se puede ver por el retraso), pero no me parece correcto no hacerlo: la derrota de la selección española de baloncesto en la final del Europeo jugada el domingo en Madrid fue consecuencia de los errores y falta de acierto encestador de los jugadores españoles en mucho mayor medida que del acierto de los rusos en defensa y en ataque. Con ello no pretendo quitar méritos a estos últimos, un equipo que sacó muy útiles lecciones de su enfrentamiento pocos días antes con España y que armó un sistema defensivo que más parecía un blindaje de carro de combate. Eso sí, incluyendo la agresividad de algunas acciones en la zona que los árbitros, muy "sueltos" todo el campeonato, dejaron sin sancionar cuando en mi opinión traspasaban claramente el límite del juego fuerte para entrar en el terreno de la falta.

Pero dicho todo eso, hay que quedarse con lo que este campeonato de Europa ha demostrado, que no hay en esa área geográfica ningún equipo mejor que España. Sí lo hay que pueda ganar a la selección (cosa que en Mundial del pasado año apenas parecía posible, a excepción de Argentina), sobre todo si los arbitrajes dejan hacer demasiado. Pero no hay ningún equipo mejor. Eso se demuestra con una trayctoria de partidos y de juego y no con una victoria aislada.

España, un poco peor que de costumbre (ya quisieran los demás)

España no ha jugado hoy bien. Bueno, aclaremos: casi cualquier selección del mundo querría haber jugado como ha jugado España, pero no se puede decir que haya jugado bien. Ha defendido peor que otras veces (los rusos han podido encadenar no menos de cuatro o cinco triples muy sueltecitos) y, sobre todo, ha estado bastante despistada en ataque. Afortunadamente, Calderón ha mantenido la cabeza fría y se ha encargado de ir encarrilando el partido cuando ha hecho falta. Como decía en la entrevista que le hicieron en La Sexta al final del partido, la diferencia entre España y otras selecciones es que la nuestra no sufre apenas con las rotaciones, mientras que las demás llegan a pasarlas canutas dependiendo de quien se siente. En el caso de Rusia, admira ver cómo un hombre como Holden aguanta casi los cuarenta minutos jugando y haciéndolo a un ritmo endiablado. Kirilenko también se ha podido sentar muy poquito (sus cuatro personales lo dicen todo).

Y sin embargo, Rusia podría haber ganado a España hoy. Posiblemente haya sido la selección que más cerca ha estado de hacerlo por méritos propios (exceptuando lo de Croacia que, sinceramente, lo considero un accidente irrelevante). Sólo el desacierto en los tiros de tres de Khryapa (cinco seguidos fallados) después de una buena racha anotadora (tres triples) ya suman por si solos más que la diferencia que España ha obtenido al final del partido. Haber metido tres de los cinco fallados (tiros claros, la mayoría) habría supuesto dejar la diferencia en tres raquíticos puntos.

En cualquier caso, ahí están los resultados. Israel no debería ser capaz de entorpecer la llegada de España a esta primera meta en primera posición. Y si es así, las cosas pueden ser coser y cantar hasta la final. Y en ella probablemente se las vuelvan a ver con Rusia.

Los jugadores españoles son Dios

¡Vaya partidazo de la selección española de baloncesto, ayer frente a Letonia! De los últimos partidos vistos a esta selección (la letona), creo que éste es probablemente el mejor de cuantos han jugado. En el segundo cuarto llegaron a ponerse un par de veces por delante de España (aunque no por más de tres puntos) y provocaron problemas serios al ataque español. Tuvieron unos minutos francamente buenos, pero...

Los jugadores españoles tienen el don de parecer que están en varios lugares a la vez. Las asistencias son fáciles porque es raro no encontrar a un compañero que corta la zona en el momento oportuno, a quien echarle el balón. El único que se lió un poco más en ese lance fue Sergio, que recibió la presión contraria peor que sus compañeros. Pero todos en general parecieron ubicuos. Y si pueden estar en todas partes a la vez... son Dios.

El Madrid funciona

Hay veces en que las cosas tienen valor por sí mismas. La victoria por 5-0 del Real Madrid en Castellón es una de esas cosas. Hay otras veces en que, además de por sí mismas, las cosas tienen un valor añadido, cualquiera. Esta victoria lo tiene, y muy alto: el Real Madrid ha vuelto a jugar bien, ha vuelto a funcionar. Y hay veces en que las cosas adquieren un valor atípico, que es el de lo que implican al margen de lo que son. Esta victoria tiene también de eso: es muy importante por lo que tiene de confirmación.

Confirmación, en primer lugar, de un entranador que parece tener en su cabezota teutónica algo muy normalito, pero que ya parecía olvidado en los lares madridistas: para ejercer correctamente las funciones de un medio volante lo mejor es buscar, encontrar y alinear a un buen medio volante. No a un buen vendedor de camisetas, por más que tampoco lo haga mal como medio volante.

Con premisa tan sencilla, Schuster da señales de estar armando una escuadra que, sin tanto rubí ni zafiro, funciona. Nunca los 5-0 son por suerte.

Las cosas son como acaban...

Es verdad, lo dice el refrán y casi siempre hay que hacerle caso: "las cosas son como acaban, no como empiezan". Pero no me digan que no es aleccionador y hermoso este comienzo de Liga, en que un Madrid por vez primera con vitola de cuasi-modesto gana un partido no exento de épica (toda remontada lo es), mientras que un Barça acostumbrado a partir como favorito se deja un punto de los que luego se acuerda uno a final de temporada.

Si a ello le añadimos las machadas de Murcia (a pesar de jugar en casa) y, sobre todo, Almería, la cosa hace que se presente una Liga de lo más emocionante. La lástima fue el Getafe, que plantó cara a un desarbolado Sevilla, pero que no pudo jugar contra las expulsiones.

Y de aquí a dos semanas, el verdadero plato fuerte deportivo: el europeo de baloncesto, del que, así que pueda, no pienso perderme ni un solo partido.

¿A quién le importa la selección de fútbol?

Los perjudicados serían los griegos, digo yo...

Todo el mundo sabe que, en fútbol, un campo en malas condiciones a quien más perjudica es al equipo técnicamente mejor. Y en el partido amistoso de ayer entre España y Grecia, el mejor equipo técnicamente hablando, digo yo que era Grecia. O, al menos, eso atestigua su estatus actual, tras el último campeonato europeo conseguido en Portugal.

Así que supongo que los griegos estarán ahora diciendo aquello de "si hubiéramos jugado en un campo en condiciones, otro gallo habría cantado..." Los jugadores españoles lo avalan: "Todo el mundo sabe que era un campo con muy pocas posibilidades de jugar bien". Palabra de Dios, te alabamos, Señor.

Mucho trabajo por delante

Pues espero que el Madrid de Schuster avance mucho y rápidamente en mejorar su juego, porque lo visto hoy en el partidillo contra el Hannover '96 ha sido bastante lamentable. Ya sé que se trataba de probar muchos jugadores y que eso prácticamente descarta un juego ordenado y coordinado, pero aún así...

Higuaín es muy poco combativo; Saviola está muy lento, y no sólo de piernas (casi toda la segunda parte se la tiró en fuera de juego); Guti sigue siendo exactamente igual a sí mismo: indolente ante la pérdida de balón (un crimen en alguien que juega en la posición en que lo ha hecho hoy); Cannavaro, bien, gracias (culpable del segundo gol)... Nadie destaca, nadie saca un farolito para iluminar el campo aunque sólo sea un ratito.

Ciertamente, Schuster deberá realizar ímprobos esfuerzos para entresacar un equipo de fútbol de todo eso que hoy ha estado pululando por el campo alemán.

No me siento engañado

Resulta que aún no está claro quién fue el ganador oficial del pasado Tour, cuando ya quitan de en medio al que iba líder en éste. El ciclismo se va convirtiendo en algo incierto, y eso es malo. Es malo que uno se acostumbre a esperar al día siguiente o a unos días después para saber con certeza si ese que dejó tirados a todos los demás subiendo una cuesta de cinco kilómetros con pendientes de hasta el doce por ciento, fue realmente el ganador de la etapa. Si el ganador es el mismo que en la tele pareció entrar el primero.

No sé en qué consiste el doping realmente, ni qué efectos pueden tener los diferentes tipos de dopaje. No sé si con inyectarse una determinada sustancia, la respuesta muscular es tal que un segundón puede adelantar en la línea de meta a una figura. Porque si no es así, si el dopaje tan sólo consigue un plus relativamente pequeño de ayuda en el esfuerzo (pongamos un diez por ciento), y teniendo en cuenta que más o menos todos los equipos y todos los ciclistas aceptarán hacer las mismas cosas, no veo dónde está el problema.

¿Es porque nos engañan? A mí, no, desde luego. Yo les veo subir esas cuestas y me parece evidente que son unas verdaderas máquinas, con o sin esteroides.

Otro añó será...

Pues, a pesar del espejismo del primer partido en Can Barça, ahí está, otro título más al morral. Reconozcamos que el hecho de habérnoslo apuntado en casa de ellos le ha dado más morbo. Definitivamente no es el año del barcelonismo.

Quizás el que viene, con Thierry Henri...

El Madrid de baloncesto, enfilado a por el título

Bueno, pues, aunque con retraso, ya estoy en condiciones de festejar (civilizadamente, lean la polémica de Jessi con unos cuantos comentaristas) la inconmensurable victoria madridista en el segundo partido de la final ACB contra el Barça.

Tanto en éste como en el anterior, Felipe Reyes fue la clave con diferencia. Es una gran noticia porque al principio de la temporada Felipe no parecía perfilarse como el matador de la zona que ha sido en los dos partidos. Le vi coger rebotes en ataque absolutamente inverosímiles, y eso que tenía a dos pivots como Marconato y Fran Vázquez pendientes de él casi todo el tiempo. Lo único que consiguieron fue que les cargara de personales y les echara del partido.

Sin embargo, auguro más problemas de los que la gente dice para endosar una derrota global al Barcelona. Ya sé que la estadística dice que nunca nadie ha levantado un 2-0 en contra, pero hay algo que me tiene mosca, y es el tiro de tres del Madrid, que tan pronto funciona como es un desastre. En esta segunda ronda de la final fue más lo segundo que lo primero, al menos en los momentos clave (que es cuando los triples adquieren todo su sentido).

En fin, muy bien peleado por parte del Madrid. Y también por parte del Barça, que supo sobreponerse en el segundo cuarto a un marcador que parecía que iba a ser de escándalo, para colarse de rondón en el tercer tiempo con un punto arriba (fue todo lo más que llegó a hacer). Casi nada que decir de los árbitros, que en baloncesto suelen ser infinitamente mejores que en fútbol. No creo que sea porque unos sean de por sí buenos, y otros, malos; más bien es por la flexibilidad que el basket otorga para realizar su labor, cosa que el fútbol no hace. A ver cuándo se pone en marcha el video en el fútbol.

La próxima celebración, que la hagan en casa de Gallardón

Bueno está lo bueno, pero lo de plantear la celebración por ganar una Liga como si fuera una batalla campal contra la ciudad, la policía, los trabajadores de la limpieza vial y contra la estatua misma de Cibeles, me parece por demás.

He leído en muchas ocasiones comentarios que pretenden igualar el derecho de manifestación (lo que normalmente entendemos por manifestación) con estas movidas, para que a las manifestaciones no les pongan tantas cortapisas; o, al contrario, para que a estas movidas les den carta de naturaleza como se supone que deberían tener las manifestaciones. Yo creo que no debe tratarse de igual manera. No es lo mismo una forma de expresión ciudadana pública y global, organizada y democrática, como puede ser una manifestación, que esta algarada bestia que lo único que expresa es la alegría -muy legítima, también yo la sentí- por un acontecimiento deportivo, que casi estoy tentado de decir que pertenece a una esfera tan privada como la creencia en un dios.

Teoría de la relatividad

Ha sido la Liga de la relatividad. Einstein lo dijo: el tiempo no es un absoluto. Van Nistelroy, el fin de semana pasado, y Reyes en este partido final, lo han confirmado. Un minuto es cortísimo y el siguiente muy largo, aun teniendo los dos la misma cantidad de segundos.

Y es que los segundos también son relativos...

Hasta el rabo, todo es toro...

El Real Madrid, campeón de Liga en verano

a pesar de que Messi los meta con la mano.

Nadie quiso ver el España - Liechtenstein

Es significativo: ninguno de los vecinos que habitualmente llegan incluso a comprar partidos del Plus para verlos en comandita, se molestó en subirse a casa a ver el España - Liechtenstein. Era tan poca la entidad del rival y tantas las posibilidades de, incluso así, ver a los de Luis Aragonés hacer el ridículo, que nadie fue capaz de dejar una sencilla tertulia vecinal de anochecida por ver el partido.

Pero la Liga sigue el rojo vivo. Para ver el Madrid - Zaragoza del fin de semana, seguro que todo el mundo dejaría muchas cosas colgadas. Yo no creo poder verlo, pero como soy unh poco gafe, lo prefiero así. Cuando vuelva de una excursión con el colegio de mi hijo (¡qué perspectiva!) me enteraré de que el Madrid ha sacado los tres puntitos y el Barça ha empatado. La próxima jornada será el Sevilla quien caiga y... ¡voilá! Las cosas, otra vez, en su sitio.

Para ver al Barsa, ya miramos hacia atrás.

Sólo diré que lo que antes me viene a la cabeza es la letra de una antigua cancioncilla sesentera española:

"¡Tengo el corazón contento,
el corazón contento
y lleno de alegría...!"

No creo que haga falta decirles por qué. Sólo espero que para llegar a resultados como el que ahora tenemos en la Liga, no sea necesario en lo que resta de competición sudar tinta como se sudó contra el Espanyol.

Y muy buena la jugada del Real Madrid de baloncesto para evitar el cruce con Barcelona y Unicaja. Siempre es un poco arriesgado jugar a elegir los contrincantes perdiendo partidos, pero el beneficio puede ser muy grande.

¡¡Geta, Geta, Geta...!!

Sin paliativos. Todos lo reconocen. Vergonzoso...

¡¡Geeeeeeetaaaaaaaaaa...!!

¡¡Geeeeeeetaaaaaaaaaa...!!

¡¡Geeeeeeetaaaaaaaaaa...!!

Semidioses

Entonces, ¿es verdad? ¿Dios existe? Me he quedado en el mismo estado de gracia boba que narra Jimmy Jazz aquí. Lean, lean.

Se buscan pringaos

Próximamente se celebrará el Día de la Policía Local de Rivas. Con motivo de tan fausto (con minúscula) acontecimiento, tres cuerpos policiales (el local de Rivas, el municipal de Madrid y la Guardia Civil) van a disputar un torneo de baloncesto en Rivas, durante las fiestas de San Isidro.

Dado que no han querido hacer un torneo triangular para que no saliera obviamente favorecida la Guardia Civil (la más adecuada para ganar un triangular gracias a sus tricornios), se han encontrado con que falta un cuarto equipo y se han puesto a buscar a gente dispuesta a hacer de cuarto en la partida.

No cabe duda de que la tarea es dífícil por las lógicas reservas que tales circunstancias imponen a quienes, no siendo miembros de cuerpo policial alguno, ni siquiera de bomberos o de protección civil, se ven en el papel de pobres conejillos expuestos al voraz apetito de los agentes de distintos pelaje.

Pero si ustedes conocen a quienes quieran formar parte de ese equipo, no duden en hacérnoslo saber inmediatamente y les pondremos en contacto con los organizadores. No se garantiza la condescencia policial para quienes sepan dejarse ganar convenientemente...

Con Dios.

A dos puntitos y subiendo...

Bueno, pues aquí estamos, a sólo unas pocas jornadas de acabar la Liga y con el Madrid a dos puntos de adelantar al Barça. Eso significa que con un solo pinchazo más de este último (cosa que podría ocurrir como ha ocurrido esta jornada) y manteniéndose el Madrid con todo ganado (cosa bien difícil, aunque salvar el escollo del Valencia no es poca cosa), los blancos podrían incluso ganar la Liga, siempre con el permiso el Sevilla.

Son esas elucubraciones que tanto nos gustan a los futboleros. Obviedades repetidas hasta el infinito que, dichas un lunes por la mañana en la oficina al tiempo que te machacas un cafelito con los colegas, adquieren el grado de verdad sublime, descubrimiento sabio que provoca la inmediata admiración y aprobación de cuantos te rodean durante unos segundos. Los justos para que salte otro del corrillo recordando que sí, que eso está muy bien, pero que no hay que olvidarse del Valencia aunque haya caído con el Madrid. A lo que inevitablemente se responderá que ni hablar, que cuatro puntos son una inmensidad a las alturas que estamos y que ésos ya pueden ir olvidándose de la Liga. "Y como se anden con el bolo colgando, no juegan ni la Champions".

Además de la obviedad, otro rasgo característico del comentario futbolero de lunes por la mañana es lo misterioso de las entretelas de la clasificación. Quien haya oído durante toda la Liga hablar del Madrid y su juego torpe, sin patrón, soporífero, poco peleón... pensará sin duda que a estas alturas se halla inmerso en las profundidades de la tabla. Y no, está arriba, muy arriba. ¿Cómo es posible? ¿Qué habría ocurrido si hubieran jugado bien tan sólo un par de partidos más? Lo mismo puede decirse del Atlético de Madrid. Si uno se limita a escuchar los comentarios en la radio o en la tele sobre el equipo y no mira la tabla de clasificación en toda la competición, a estas alturas lo que podría pensarse es que de nuevo está al borde del descenso. Y resulta que va sexto y en posición de jugar en Europa.

Yo creo que hay un profundo lazo invisible entre los periodistas deportivos y los aficionados al fútbol. Los primeros hacen el trabajo gris de inventar, de fabular polémicas, robos de partido, enojos de entrenadores, caprichos de las grandes figuras... y los segundos se encargan de tomarlos y manejarlos con esa magnífica prodigalidad malabarista que convierte una conversación sobre fútbol un lunes de mañana, en un continuo arrojar y volver a recoger opiniones y contraopiniones, como si de mazas en el aire se tratase.

Lo que importa es que, terminado el café, todos estamos listos para los comentarios de la próxima semana, cuando ya no nos acordaremos para nada de los de hoy. Como una hoja en blanco, bendita memoria de pez...