19/6/07

La próxima celebración, que la hagan en casa de Gallardón

Bueno está lo bueno, pero lo de plantear la celebración por ganar una Liga como si fuera una batalla campal contra la ciudad, la policía, los trabajadores de la limpieza vial y contra la estatua misma de Cibeles, me parece por demás.

He leído en muchas ocasiones comentarios que pretenden igualar el derecho de manifestación (lo que normalmente entendemos por manifestación) con estas movidas, para que a las manifestaciones no les pongan tantas cortapisas; o, al contrario, para que a estas movidas les den carta de naturaleza como se supone que deberían tener las manifestaciones. Yo creo que no debe tratarse de igual manera. No es lo mismo una forma de expresión ciudadana pública y global, organizada y democrática, como puede ser una manifestación, que esta algarada bestia que lo único que expresa es la alegría -muy legítima, también yo la sentí- por un acontecimiento deportivo, que casi estoy tentado de decir que pertenece a una esfera tan privada como la creencia en un dios.

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